domingo, junio 19, 2005

Desaparezca aquí (Nacho Vegas) -2005-

Tras su anterior trabajo (Cajas de música difíciles de parar) Nacho Vegas vuelve a hacer de un mero soporte físico (esta vez un novedoso vinyl-cd) una nueva oportunidad para innovar, sentir y crear otra obra maestra: y ya van tres. Pocos somos los ilusos que esperamos que un nuevo trabajo del asturiano supere a los anteriores; pero cada vez somos más conscientes de que los ilusos empiezan a abundar en estos tiempos gracias al arte en general y a la música en particular; y Nacho es un claro ejemplo de ello. Cuando creemos que todo está dicho o que ya nadie mejorará himnos como “La sed Mortal”, “Ángel Simón”, “Gang-Bang”... llega Vegas y saca su tercer disco con tan “sólo” 10 canciones en las que reitera la expresión de su complejo y grandilocuente mundo íntimo del que se desglosa una visión asentada y reflexiva ante la vida. El humor que generalmente emplea como “autovacuna” se hace más presente; si bien las letras pierden ese pesimismo trágico del que nos tiene acostumbrado, exceptuando, tal vez, “Ocho y medio” a mi juicio la mejor canción española jamás engendrada.

En “Desaparezca aquí” Nacho también se atreve a innovar musicalmente hablando. Se inicia en canciones basadas en fuertes guitarreos; con un aire más desenfadado y rockero como son “Ella me confundió con otra persona” o “Perdimos el control” sin dejar de lado sus viejas armas musicales en canciones como “Nuevos planes, idénticas estrategias”, “Cerca del cielo” o la ya mencionada “Ocho y medio”.

Temáticamente la muerte aparece en casi la totalidad de las canciones como reflexión del autor y es mostrada desde diferentes perspectivas: desde el interior de la persona (“El hombre que casi conoció a Michi Panero”, “Autoayuda” o “La noche más larga del año”) o desde su exterior (“Maravillas de la condición humana” o “Cerca del cielo”).

Mención aparte merece “Al norte de mí” que en mi opinión está desubicada y es la única floja del LP.

No obstante podría parecer que 10 canciones hacen que “Desaparezca aquí” sea un disco incompleto, sin embargo tras su escucha se es incapaz de echar algo en falta (su duración es de 58:21).

En definitiva Nacho Vegas vuelve a hacer algo insólito en este trabajo, dejando su legado de centenares de frases sublimes y, especialmente, canciones inolvidables e imprescindibles para cualquier amante de la música; consiguiendo subir una vez más su listón personal.

Arturo Martín (Atybun)

sábado, junio 11, 2005

Big Bang Theory (Styx) -2005-

Mis olvidados con más precisión

Styx son una de esas formaciones que llenan tres o cuatro décadas diferentes y que muestran estilos y variedades tan imbricadas e implicadas que es difícil entender su biografía sin hacer un recorrido histórico por todas las generaciones que han sabido mantener. Por no hablar de hacer algún tipo de curso tipo “Historia de Styx”. Es algo inextricable.

En 1972 comenzaron su andadura musical, y prácticamente desde aquella gloriosa época para el rock, Stryx han sufrido cambios, permutaciones y variaciones miles. Desde arena rock, pasando por el progresivo e instalándose en el rock con precisión. Las continuas desavenencias entre Tommy y James Young, y las consiguientes separaciones y escisiones seguidas de sus correspondientes reunificaciones, han hecho todo un hito poder ser seguidor de esta banda.

En estos años, o más bien, en este año, a décadas de su época gloriosa, aquella en que vendían discos considerablemente de la talla del “Paradise Theater”, el grupo está inmerso en giras mundiales, e incluyendo por primera vez en bastante tiempo Europa entre sus planes. Las 400.000 copias que pueden despachar por el mundo no es el hecho que deba ser su continuación, y, por lo visto, al menos saben que machacándose en directos continuos logran cantidades monetarias bastante más apetitosas. Es el pan de cada día de este milenio.

El pasado año editaron un larga duración de estudio, casi sin ideas o con dificultad para plasmarlas en música. Para salir del aburrimiento y el adocenamiento en que nos tenían sumidos a sus seguidores se han marcado un siempre interesante a primera vista disco de versiones motivado por el éxito cibernético y radiofónico de la versión de The Beatles que la banda grabó el pasado año. Precisamente ese “I am the walrus” abre el disco, dejando una clara muestra de que el punto fuerte de esta gente siguen siendo las líneas vocales capaces de lograr por parte de James Young y su apoyo en la guitarra de Tommy.

Dentro del plástico (que también se ha editado en este formato) nos encontramos con “I don’t need no doctor” de Humble Pie, también llevada al heavy de los ocheta por W.A.S.P., o “Wishing well” de Free, que a más de uno sonará, o momentos de fragilidad acústica con “Can’t find my way home” de aquel grupo desapercibido que creo que tenían por nombre Blind Faith. Han intentado plasmar la esencia original en muchas canciones sin perder la maniobrabilidad Styx en cada una de ellas. Por tratarse de versiones podemos pensar con claridad que hay falta de ideas, pero no es que sea esto lo más palpable, de hecho no creo que deseemos escuchar “The beautiful people” cantado por Young, o “You’ve got another thing comin'” interpretada por ellos más alejados del metal. Sería extraño y pesado. Sería interpretar a alguien más lejano a sus inicios y más lejano a sus interesases musicales.

Chuck Panozzo (el cual se encuentra batallando contra el SIDA) toca el bajo en “Lomocotive breath”, tema este último que deberíais conocer y amar en su versión original del elegante y anti-tabaco Jethro.

Jesús Cabezas (Noko)