martes, septiembre 26, 2006

In the eyes of fire (Unearth) 2006

Unearth vuelven para desenterrar el metalcore que parecía dormitar entre algodones, tras la separación de Sentenced, los discos de salón que se han marcado últimamente los In Flames, o las salidas de tono de bandas como Eidolon o los grandísimos Grip Inc (con Lombardo delante de los bombos) que han dejado saber amargo tras su último trabajo.

Este trabajo recupera la vieja esencia del “Hell awaits”, de los primeros Nuclear Assault, de aquellos lejanos Ludichrist, incluso de Dark Angel y todo su imperio de Dark Metal, muy aderezado también con tintes propios de la escuela germana de principios de este milenio tipo en ocasiones Crematory y en otras Rage. Si apuramos la opinión, merecen un respeto especial cuando son capaces a mi entender de llegar más fácilmente a la parroquia metalera con este disco que los propios Slayer han hecho con su “Christ illusions” de reciente factura.

Tal vez los oídos más endurecidos los tachen de blandos, de falso death, de simulacro de Slayer, pero es muy probable también que lo que esté blando ya sea su cerebro de tanto DeathMetalGrindCore como han aguantado sus pobres tímpanos. Unearth han engendrado un animal con nombre propio, que sabe hacia donde va y lo que quiere, y no se asusta al estirar los estándares del metal porque su propia furia y rabia lo hace poderoso.

Ken Susi y Buz McGrath junto al redoblante Mike Justian nos presentan un disco lleno de matices, de cambios de ritmo, de afilados riffs y vertiginosos punteos, con una producción más que notable y una masterización prodigiosa. Un trabajo excelente dentro de metal más potente y desgarrado.

Si lo tuyo es la caña, prueba a desenterrar la bestia, pero si tiendes a sonidos más lights, mejor déjala dormir tranquila.

Jesús Cabezas (Noko)

sábado, septiembre 16, 2006

Phobia (The Kinks) 1993

Hasta ahora el ultimo álbum de estudio de los legendarios Kinks. Infinidad de recopilaciones desde esa fecha, pero nada nuevo.

The Kinks son ese tipo de grupos surgidos de las profundidades de Inglaterra, que entre la neblina y los atardeceres han sido capaces de ganarse un puesto específico en la historia de la música rock. Teñidos siempre por la figura de los Beatles merodeando constantemente a su alrededor, ya desde sus comienzos allá por los primeros sesenta, denotaban un estilo muy propio, allá donde sólo saben moverse los grandes de la escena. Ray Davies no paraba de engendrar canciones para sus discos desde esa fecha. En una época dominada por los Beatles, los primeros Rolling, los estertores de Elvis, Cochran y los Crickets, en la que era muy difícil desenvolverse, The Kinks supieron adaptarse perfectamente y sellar un puñado de discos que ahí quedan para el deleite.

“Phobia” es el final de la cadena, es el grupo sonando en los noventa; está hecho de retazos, de pedazos, de retales, de grandes canciones que quedaron aisladas en los anteriores trabajos, tal vez eclipsadas por soberbias composiciones que merecían un lugar más elevado, no sé, pero lo que el señor Davies nos presenta en este trabajo es un extraordinario conjunto de temas rockeros que enganchan desde el primero. Tal vez sea un disco más excepcional por sus composiciones que por sus interpretaciones. Requiere tiempo su escucha, pero merece la pena. Como es capaz de modular la voz en “Wall of fire Mr Davies”, sólo se lo he oído a Willie Dixon, a algunas canciones de Tom Waits y poco más.

El cd en si es simple, con presentación normal semicutre, típico de los primeros noventa, aún sin remasterizar como sus predecesores, pero presenta 16 canciones con calidad extrema. Aprovecha la ocasión. Los Kinks acaban en “Phobia”.

Jesús Cabezas (Noko)

miércoles, septiembre 13, 2006

A matter of life and death (Iron Maiden) 2006

Los amantes del heavy metal genuino y de raíces pueden estar de enhorabuena. La doncella de hierro ha vuelto con su último trallazo bajo el brazo y con una calidad extraordinaria. No merece la pena entrar a repasar la carrera de Maiden para situarnos, probablemente todos los que hemos oído su nombre también nos suena su biografía y legado.

Este “A matter of life and death” es un ataque directo a la yugular de aquellos que criticaron su predecesor “Dance of death”. El continuismo es la base esencial de Iron Maiden y esas líneas de bajo gomoso de Harris la esencia del éxito.

El disco en sí recoge diez temas muy estructurados, que dan cabida en “Different world” a bases maidenianas de los ochenta y en “For the greater good of God” a progresiones más típicas de sus álbumes de finales de los noventa y sobre todo a “Brave new world”. Es cierto, que, tras la escucha del último disco en solitario de Dickinson (avalado y compuesto en su mayoría por su eminencia Roy Z), se estaba demasiado alerta sobre lo que la doncella era capaz de dar en estudio (el directo es otra cosa, simplemente es suyo). “The Pilgrim”, “These colours don’t run” y varias más suponen un perfecto engranaje de la máquina en estudio. La participación de Janick Gers en la composición de algunos temas los ha hecho lógicamente más guitarreros y eso que Steve Harris suele bajar en las labores de producción y coproducción a gusto propio las guitarras sobre todo de Murray, y para exceso, en los discos en directo, pero no es el caso. Tanto Kevin Shirley como Steve Harris han sabido producir un disco exquisito, lleno de matices, con una buena canción de entrada y un recorrido bastante ameno.

Iron Maiden suenan a sí mismos, y dentro de su extensa carrera, este trabajo se gana un puesto privilegiado. Atrás quedan joyas del heavy como "Piece of mind" o "Powerslave"; pues bien, no dista mucho este álbum de aquellas obras maestras que encandilaron la música dura de los ochenta.

El cd se presenta en formato simple y en formato con caja acompañado con DVD que contiene el making off del disco, el vídeo de promoción y algunas galerías de fotos.

El único pero es la portada. Yo no sé de quién fue la idea de dejar marchar a su mejor dibujante, Pero siendo esto así, la verdad es que no se entiende muy bien como pueden salir a la luz portadas como la de su anterior disco de estudio. Esta no está mal, pero sigue rompiendo con la línea maestra de sus grandes álbumes.

Jesús Cabezas (Noko)