The great cold distance (Katatonia) 2006
Un Doom muy clásico y romanticón es el que practican esto nórdicos de ambientes oscuros y sombríos. Algo así como lo que hoy practican To/Die/For y Lake Of Tears es lo que más puede asemejarse al sonido Katatonia. Eso sí, la uñas y pestañas de negro; signo evidente de oscuridad y penumbra.Hace tiempo que pulula por mis estanterías una caja que recopila lo mejor de ellos en audio y vídeo en un formato impecable, hasta que salió ésta, por ahora su última entrega de estudio: “The great cold distance”.Katatonia no pierde un ápice de su sonido primigenio, y nos lleva por pasajes oscuros llenos de melodía (nada que ver con Anathema o similares), con una voz que sabe acristalar las canciones y romperlas con enérgicas sacudidas vibrantes y con unos teclados muy subidos que hacen eco de la propia melodía que conllevan sus temas. Las guitarras que cobran apellido en los versos, muestran su verdadero nombre en los estribillos, muy trabajados y con puentes varios.“My twin” fue el primer sencillo, y creo que hasta ahora único del disco, que muestra la cara más comercial y conocida de Katatonia, pero hay otros temas que merecen especial atención dentro del compacto, cortes como “Consternation” donde se puede observar rabia y densidad de inicio y sonido industrial; “Increase”, donde las guitarras “clean” con el envolvente sonido chorus de Nyström y Norrman cobran especial dimensión, o “July” en la cual el hard rock se hace muy presente y donde se nos recuerda que a ellos también les gustan Michael Monroe o Slash.Producido por su vocalista y cara visible siempre de la banda Jonas Renkse junto a Andres Nyström, han sabido compactar un excelente trabajo de metal melódico dentro del género Doom.Jesús Cabezas (Noko)
1 (JigKorova) 2006
Péguele una patada a una piedra en Granada y saldrán nuevos grupos de alto nivel. JigKorova nacieron en los entreverados locales de ensayo de Prodemu hace dos años. Sus integrantes, claro está, son ex muchas cosas. Pero esta aventura ya cristaliza con una primera maqueta de palos fuertes (y no de ciego). Ellos definen su música como “rock duro psicodélico”, a pesar de que hubo quien se adelantó tachándoles de “grunges sinfónicos”. Basta escuchar la voz del cantante-bajista Luís El Moga para sospechar que el “hermano secreto” de Eddie Vedder anda por aquí. Rock clásico para exquisitos. En directo juegan a las sorpresas.Eduardo Tébar
Burst the bubble (The Company of Snakes) 2002
Hard rock melódico guitarrero es este disco que nos presentó a los renovados Company of Snakes con Berggren a la voz, lo cual da un pelín más de dulzura al compacto. Anteriormente, y con formación distinta en algunos instrumentos, pululaban como “Snakes in Paradise”, hasta que decidieron dar el salto a la compañía. Fundados como grupo de versiones de Whitesnake fueron creando su propia música hasta que lograron fichar por SPV y editar un par de discos más que decentes, tanto como Snakes in Paradise como ahora con The Company of Snakes.Abre el trabajo un tema interesante y pegadizo, propio de las composiciones de su muy buen guitarrista Bernie Marsden, donde todo queda perfectamente ordenado. Se van sucediendo los temas, uno tras otro, y encontrarás medios tiempos cargados de melodía, propios de los Snakes, guiños perfectos al blues-rock en “Back to the Blues” y baladas de infinita dimensión.El álbum se presenta con quince temas a los cuales tras quitarles introducciones y reprises de temas lentos nos quedamos con doce. A tener en cuenta el ya mencionado “Labour of love”, “Burst the bubble”, “What love can do” y “Hurricane”.El salto que ha dado Stefan Berggren en su proyecto paralelo junto a Rolf Munkes con Razorback, más orientado al rock duro, es, cuanto menos, muchísimo más interesante. Berggren se explaya a gusto en este último proyecto, dando de sí todo lo que su voz tiene, quedando aquí más limitado a la melodía que empalaga todas las composiciones de los Snakes.Jesús Cabezas (Noko)
