domingo, febrero 10, 2008

The incredible soundtrack adventure (The Shiffers) 2007

Que nadie se engañe. Detrás de este rótulo se encuentra el italiano Claudio Zanoni, antiguo integrante del grupo de pop-funk transalpino Ridillo. Ocurre que, cansado de la canción estándar, y después de componer para televisión y publicidad, rompe los corsés y decide mezclar todo lo que en realidad le apasiona. Lo hace con predisposición lúdica y vocación instrumental (¡lo toca todo él!), viciado en el ritmo y en la negritud fermentada en los últimos cuarenta años. ¿Resultado? Un disco glorioso. Sería muy triste que la difusión de su trabajo reciente no llegara a España, donde personajes como este trompetista vivaracho escasean, por no decir que ni se encuentran, con la excepción, quizá, de Gecko Turner o Mastretta. Los Dj’s sibaritas y cazadores de temas redondos, que de eso sí andamos bien abastecidos, pueden empezar a sacar boli y papel. El lanzamiento de la marca Shiffers contiene veinte composiciones, a cuál más gozosa, en un batiburrillo de lo más bizarro. Acid-jazz, bossanova, soul, electrónica, hasta rock y gambetas de beat multicolor que trasladan a la época de Los Gatos Negros. Lo mejor es que se digiere de maravilla.

Eduardo Tébar

sábado, febrero 02, 2008

No squares ever tag along (The Loveless Cousins) 2007

Jovencísimo cuarteto emergido de las cenizas de Honky Tonkin’ Boozers y apadrinado por Jorge Explosion, que continúa la evangelización iniciada por Kike Turmix, importando y exportando lo mejor de cada casa. Debido a su aparición en algunos recopilatorios de rockabilly, The Loveless Cousins empiezan a estar olfateados en la comunidad internacional. No sorprende, porque el nivel es altísimo. Desde que se ponen en marcha con ‘Cruisin wild’, la maquinaria va superando el aumento de expectativas del oyente. El espíritu de Sun Records: blues pantanoso, rock n’ roll años cincuenta sin neologismos, guitarras rebeldes, contrabajo gutural. En directo (el que escribe aún no ha tenido la oportunidad de verlos), aseguran que arrollan, algo bastante creíble por lo demostrado en el disco. Salpican un cancionero propio de ensueño, obra de Néstor Pardo, con joyas de la corona prestadas de Gene Terry, Eddie Cochran o Johnny Watson. Grabado en analógico y mono. Lo publica El Beasto, sólo en vinilo. Quedan pocas copias.

Eduardo Tébar