viernes, septiembre 23, 2005

Joe Perry (Joe Perry) -2005-

Tercer disco en solitario de Joe Perry, el guitarrista de la mítica banda Aerosmith. Allá por los años ochenta ya grabó tres discos bajo el sello de “The Joe Perry Project”, pero por lo visto ha querido hacer borrón y cuenta nueva de aquello y comenzar otra vez como hacen los artistas que empiezan: firmando y titulando el disco únicamente con su nombre. Posiblemente peque de indocumentado diciendo que no sé cómo serían aquellos discos de los cuales el propio Joe Perry renuncia, pero hijo mío, qué descansadico te lo has ganao con éste... He de decir que me he interesado por este disco después de leer una entrevista que les concedió Joe Perry en su rancho de Boston a los redactores de la revista Guitarra Total, en la cual lo enjabonaban hasta la saciedad y ponían el disco como si de la resurrección de Jimi Hendrix se tratase. Como a mí no me ha concedio ninguna entrevista ni me ha invitado a tomar café a su rancho de Boston, me puedo permitir el lujo de ser “sincero” en esta reseña.

Lo primero que tengo que decir es que escuchando “Joe Perry” me he aburrido como una ostra. El disco empieza con "Shakin' my cage", un tema hard rockero de los de toda la vida, de esos que si los escuchas por la calle te hacen llegar más pronto al sito al cual vas. Lamentablemente, cuando entra la voz en acción no se escucha ningún “yeyyeah” ni ningún “mmmmmmmmm.... uaaayayayayaya” ni ningún otro sonido estridente de esos que Steven Tyler sabe hacer tan bien y yo sé transcribir tan mal, no señor, el que canta es el mismo Joe Perry. Como buen guitarrista y compositor de ritmos y melodías que es, por lo general la guitarra suena bastante bien, en su línea y con ese estilo tan característico que le ha hecho merecedor de un modelo de guitarra “Gibson Les Paul Joe Perry Signature” (horripilante, por cierto). El problema principal del disco radica en la voz.

Joe Perry ya cantó algún tema aislado con Aerosmith, pero claro, un tema es un tema y un disco entero es un disco entero, y un Seat 600 puede ir muy bien para ir a comprar al Sabeco pero no se le puede hacer correr en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 y encima pedirle que haga pódium. A pesar de esto, yo creo que no se puede cantar con menos gracia, con menos sentimiento y con menos voz. El problema de fondo no es la carencia de voz, ya que en la historia ha habido pésimos cantantes que han hecho magníficos discos; el problema está en la monotonía y la poca sangre con la que canta el amigo Perry. Se le nota acartonado, inseguro, no muestra ni una pizca de implicación en la interpretación de sus propias canciones, como si estuviera obligado a cantar. Gracias a todo esto ha conseguido cargarse completamente un disco musicalmente aceptable. Salvo algunas paranoias que le entran con ritmos hindús de garrafón, una versión de “Crystal Ship “ de The Doors y alguna que otra cosa rara más, muchos de los temas podrían pertenecer a un buen disco de Aerosmith si en lugar de cantarlos Joe “Sosainas” Perry los cantara Steven Tyler. Sólo me queda decir que los mejores temas del disco son “Twilight “ y “Mercy”, los dos instrumentales.

Nunca he sido muy aficionado a los discos de guitarristas Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como. Creo que los guitarristas deberían dedicarse a tocar la guitarra y no a cantar, y si quieren desarrollar sus propios temas o sus propias inquietudes musicales de forma paralela a su grupo, lo que deberían hacer es buscar un vocalista como Dios manda para que interpretara sus canciones y no hacerlo todo ellos, porque en la mayoría de ocasiones lo único que consiguen es hacer la risa.

Después de esto dudo mucho que Joe Perry me invite a su rancho de Bostón, pero bueno, todo sea por Olvidados Magazine.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)

domingo, septiembre 18, 2005

La increíble aventura (Migala) -2004-

El lema que se intuye inmediatamente tras observar “La increíble aventura” es la selva, el tigre, lo salvaje… y, al menos en este caso, las apariencias son certeras. Diez son los temas que finalmente forman esta nueva (y al parecer última) entrega de una de las bandas más heterogéneas y cambiantes del panorama nacional. Y es que el estilo caótico y anarquista con la que se desenvuelven los integrantes de Migala tenía que pasar factura; si este aspecto es la causa de creaciones tan maravillosas también ejerce su condición de “arma de doble filo” llevando, al parecer, a una nueva desaparición.

No obstante el disco supone un giro de 180 grados con respecto a trabajos como “Arde” (2000) o “Así duele una noche de verano” (1998), ya que abandonan esas atmósferas intimistas y cuidadosamente poéticas para presentarnos un rock progresivo de una calidad indiscutible. Como ya he comentado, el LP se adecua perfectamente a la imagen que presenta en la portada así como a su título. Se trata de una aventura tanto para el grupo como para el oyente: lejos de los convencionalismos, incluso lejos de lo que nos tiene acostumbrados Migala.

La famosa voz de Abel Hernández queda prácticamente relegada a excepción de en “Your Star, Strangled”, “El gran miércoles” y en varias canciones más a modo de frases sueltas sin demasiada claridad para dar paso a una variedad de instrumentos y sonidos electrónicos desconocida hasta la fecha.

El disco se abre con “El imperio del mal” que junto con “El tigre que hay en ti” son canciones instrumentales casi en su totalidad, sorprendentemente enérgicas y con gran calidad instrumental. “Dear Fear” es toda una joya en la que intervienen notablemente violines, guitarras y pianos creando un ambiente sublime. Más experimental suena “WWW (Searching for the Wicked Witch of the West)” en la que se pueden observar constantes cambios de ritmo y un estribillo melódicamente muy variante. “Sonnenwende” y “Tuscon, Game Over” son, al parecer, el punto de inicio de este proyecto, en el que se gesta el cambio temático y musical con respecto a trabajos anteriores y en las que más fiablemente se puede encontrar las características del rock progresivo. “You Star, Strangled” es una canción muy melódica difícil de entender en este trabajo pues se sale de la estructura general. “El gran miércoles” es una preciosa canción más acústica que las demás y con un breve guiño a la poesía de anteriores trabajos. Por último tenemos “Lecciones de vuelo con Mathias Rust” que además cierra el disco; se trata de una gran canción con multitud de movimientos independientes que casi parecen varios temas sueltos.

Además, “La increíble aventura” está editado junto a un interesante DVD con imágenes tomadas e interpretadas por varios de miembros del grupo que tratan de componer una “banda visual” del disco tratando temas tan dispares como el hogar, las ferias, el folklore, la playa o el propio grupo. Lo único que echo en falta en este contenido adicional es la inclusión de alguna entrevista o fragmentos de algún directo, pero es tan sólo una opinión personal.

¿Nos encontramos ante una nueva despedida (como ya ocurrió tras Arde) de Migala? ¿Será, esta vez, definitiva? Nada hay seguro, tan sólo que estaremos esperando nuevos movimientos.

Arturo Martín (Atybun)

domingo, septiembre 11, 2005

A bigger bang (The Rolling Stones) -2005-

Primer disco de estudio de los Rolling Stones del siglo XXI. Han pasado ocho años desde que en 1997 los Stones grabaran “Bridges to Babylon”, su anterior trabajo. Esto no ha supuesto un periodo de ocho años de inactivadad stoniana sino todo lo contrario. Tras “Bridges to Babylon” vino su extensa gira mundial entre 1997 y 1998, la cual generaría un disco en directo titulado “Not security” y un DVD de una actuación completa registrada en Nueva York. En el año 2001 Mick Jagger publica su cuarto disco en solitario “Goddness in the dooway”, y en el 2002, con motivo de la celebración del 40 Aniversario de la banda, sale a la venta “Forty Licks”, un recopilatorio con 40 temas de la banda, tanto de la época en la que pertenecieron a la casa discográfica DECCA como de la época de VIRGIN. Este es el primer recopilatorio de los cientos que existen que contiene temas de ambas discográficas. Dentro de “Forty licks” también se incluyeron un par de temas de estudio nuevos pero evidentemente nada que ver con el proceso de grabación y composición de un disco completo. Tras el disco vino una nueva gira mundial durante los años 2002 y 2003, un cuádruple DVD con diferentes actuaciones de la gira y nuevamente un disco en directo titulado “Live licks”. Ahora, tras un par de años de descanso, vuelven a la carga con nuevo material.

Cuando se escucha “A bigger bang” por primera vez da la sensación de haberlo escuchado antes y no sólo en una ocasión, es como si fuera un disco de los que tienes desde toda la vida. Con 16 temas, “A bigger bang” es el álbum más largo de la historia del grupo junto con “Exile on Main Street”. Bastante alejado de los patrones comerciales típicos de hoy en día, el disco recopila todos los sellos de identidad de los Rolling Stones: contiene tres pelotazos rockeros como “Rough justice” (el cual abre el disco), “Oh no, not you again” o “Driving too fast”; algún funky al más puro estilo de la época de “Undercover” como “Rain fall down” o “Look what the cat dragger in”; una balada de las de Jagger como “Streets of love”; un blues con slides de guitarra acústica y armónica como “Back of my hand”; dos temas cantados por Keith Richards como “This place is empty” o “Infamy”, ideales para ser interpretados mientras Mick se cambia de camisa y toma aire durante los conciertos; y un largo etcétera de buenos temas. Además, en este disco los Stones se mojan metiéndole caña a George Bush con “Sweet Neo Con”, donde hacen referencia implícita a su política belicista, llegándole a llamar desde hipócrita hasta montón de mierda. El mariquita de Paul McArtney debería de tomar ejemplo, que el muy desgraciado no tuvo huevos ni de condenar la guerra de Irak durante la gira de promoción de su disco “Back in the U.S.A.” a pesar de que el público se lo pidiera.

Es posible que “A bigger bang” no contenga ningún himno como “I can’t get no, satisfaction”, “Jumping Jack Flash”, “Brown sugar” u otros más recientes como “Saint of me” o “Out of control”, pero es que tampoco les hace falta hacer un himno por disco porque la mayor parte de los himnos del rock les pertenecen. Más de un artistilla de medio pelo de esos que se creen mierda y no llegan a pedo se daría con un canto en los dientes por publicar un disco como éste cuando tenga 61 años (incluso con 30 o 40), por dar los espectáculos en directo que dan los Stones, o por tener la energía y capacidad creativa que ellos tienen a esas edades y con 43 años de carrera a sus espaldas.

En definitiva, otra muesca más en el revolver de esta incombustible banda, que lleva así como 10 años publicando su último disco y haciendo su última gira mundial. Por favor, que llegue pronto la gira a España que quiero volver a verlos por tercera vez.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)