sábado, abril 22, 2006

Hollywood Zén (Matt Sorum) -2003-

Matt Sorum, el "monstrenco" que se recorrió medio mundo tocando la betería con los Guns N' Roses, se baja del taburete para colgarse una guitarra, ponerse delante de un micro y empezar a componer. El que en mi opinión es uno de los mejores baterías de la historia del rock, publica el que en mi opinión es uno de los peores discos salidos de Hollywood de la historia. Aquí lo hace todo: compone, canta, toca la guitarra y toca la batería; pero como dice el famoso dicho popular español: "Zapatero a tus zapatos".

Con una voz de conejo para nada acorde con el aspecto físico con el que todos lo conocimos y unas composiciones musicales de lo más vulgar, Matt Sorum se atreve a publicar un disco de once temas que dan tumbos entre el pop, el rock y la música electrónica. Hasta sonidos hindús y guitarras españolas mete el colega. La verdad es que el disco empieza medio normal con "The forgiving kind", un tema de rock ligerito que no es nada del otro barrio pero que aún tiene un pase; aunque no hace falta esperar mucho para darse cuenta de que el disco no vale ni dos cigarros. El segundo corte, "Hallucination Lullabye", yo lo calificaría como una combinación musical entre Lou Reed y Massiel. El estilo de canción es claramente Reediano con unos versos entre cantados y hablados al más puro estilo "Walk on the wild side", y el estribillo consiste en un inacabable "Lalala" que da vergüenza ajena escucharlo. Y aquí se acaba el disco, no vale la pena continuar escuchando los nueve temas restantes a no ser que se sea un amante del sadomasoquismo musical.

Como único apunte positivo o que puede despertar el interés de alguien por este "Hollywood Zén", es que en "The blame game", el cuarto tema del disco, Matt cuenta con la colaboración de Slash (sobran presentaciones), el cual debería de elegir mejor los proyectos en los que colabora y valorar más la calidad de estos si no quiere acabar dándole la razón a su gran amigo Axl Rose sobre este tema.

En fin, está visto que el actual batería de Velvet Revolver parece estar más por la labor de figurar, vestir caro, peinarse moderno e ir a mil y una fiestas con modelos que bien podrían ser sus sobrinas; que por hacer lo que mejor sabe hacer que es tocar la batería. Y si eso pasa por grabar un disco como solista, pues la calidad de éste es lo de menos, lo importante es salir en la portada y que te monten una página web con poca información pero con una galería fotográfica y una sección de enlaces en la que se haga referencia a tus marcas de ropa preferidas.

"Hollywood Zén", un grandísimo disco para lanzárselo a tu perro y que te lo vaya a buscar en una tarde tranquila por la playa. Lástima de CD virgen...

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)

viernes, abril 07, 2006

Greatest Hits (Chuck Berry) -1997-

El Rey del Rock. Esta frase la tenemos grabada a sangre y fuego en nuestra cabeza ya que las compañías se han dedicado a esculpirla concienzudamente en cada reedición de los discos de Elvis.

Chuck Berry es negro, toca la guitarra desde los años cincuenta y tiene a sus espaldas tantos éxitos que es difícil definirlo por uno de ellos solamente. En aquellos años cincuenta en los que para los norteamericanos lo que primaba tras el Soul era Elvis, los Everly Brothers, los Shadows quizás, y demás artistas de raza blanca, Chuck Berry junto a Little Richards despuntaban con su rock and roll fresco y talentoso; eran estupendos arreglos de la música negra de los años treinta y cuarenta. Chuck Berry era el verdadero rey del rock, aunque fuese negro y aunque no hubiese creado un estilo de vida o un movimiento social basado en el tupé y el baile.

Cincuenta años después, sus canciones se suceden en todo el planeta y se le rinden tributos a una de las pocas leyendas vivas del rock and roll que nos queda hoy día. Recuerdo grandes versiones de Status Quo de “Memphis” y de “Roll over Beethoven” entre otras.

Recomiendo este grandes éxitos porque es una manera muy sencilla de acercarse a la música de la que han mamado tantos grupos setenteros y sesenteros. Escuchar “Johnny B. Goode” tocada originalmente por Berry con las guitarras de la época y la saturación de sus amplificadores para distorsionar el sonido es todo un lujo.

Es probable que pasar de escuchar a los Nickelback, Nirvana, Nine Inch Nails e incluso Metallica, a degustar temas de Chuck Berry sea complicado si antes no has mamado mucho Rainbow, Led Zeppelin, Rolling, Black Sabbath, Status Quo y si se me apura Kiss, Yes, Judas o Eric Burdon, pero lo cierto es que como curiosidad queda bien, y, si te gusta, puedes adentrarte en toda su discografía, que es amplia y variada.

Destacar entre todas estas canciones del cd que nos ocupa temas representativos de la carrera de Berry como “Memphis”, “Thirty days”, “Roll over Beethoven”, y, por supuesto “Reelin’ and Rockin’”.

Jesús Cabezas (Noko)