martes, enero 29, 2008

Wolfmother (Wolfmother) 2005

La reseña de este disco podría sintetizarse en una frase de únicamente diez palabras: “Wolfmother son tres autralianos que suenan igual que Led Zeppelin”. Y es que no se pueden definir de otra manera más objetiva. Podría darle vueltas a los tonos de la voz de su cantante, a la técnica en la guitarra de su guitarrista (que es el mismo que el cantante, por cierto) y al estilo, melodía y lírica de sus canciones, pero diciendo que suenan igual que Led Zeppelin cualquiera podrá imaginarse qué es lo que se va a encontrar cuando escuche este disco. Aún así, como para eso tengo un blog y una libreta, voy a escribir un poquito sobre ellos.

Si no fuera porque guitarrista y vocalista son la misma persona y porque los temas que interpretan son de composición propia, Wolfmother perfectamente podrían ser el mejor grupo clon de Led Zeppelin del planeta. Absolutamente todo recuerda a la banda británica: hard-rock clásico de los 60’s y 70’s como estilo musical principal, sonido de guitarra eléctrica sucio y tosco pero con talento en la ejecución, voz aguda y estridente, estética setetentera e inclusión de guitarra acústica y órgano en algunos de sus temas (órgano también tocado por el bajista para más similitudes). No cabe duda de que versionando a Led Zeppelin, Wolfmother se ganarían perfectamente la vida de la misma forma que se la ganan gente como los Australian Pink Floyd Show versionando a Pink Floyd, los Rocket Queen versionando a Guns N’ Roses o los Bon Scott Band versionando a AC/DC. Pero no, Wolfmother tienen el mérito de, sin renunciar a sus influencias en absoluto, crear grandísimos temas propios llenos de fuerza y cargados de personalidad.

A pesar de que “Wolfmother”, el primer trabajo discográfico de la banda, fue publicado en Australia a finales del 2005, el éxito internacional no les llegó hasta bien avanzado el 2006. En poco tiempo han sido teloneros de bandas de la talla de Pearl Jam, Iggy Pop y Buckcherry, y temas como “Woman”, “Dimension”, “Pleased to meet you” y “Joker and the thief” ya han formado parte de bandas sonoras de videojuegos, series de televisión y películas.

Resumiendo, podríamos decir que “Wolfmother” es uno de esos pocos discos de debut que de vez en cuando salen al mercado, que están plagados de singles y que ponen el listón tan alto a sus autores de cara a su segundo trabajo. Esperemos que Andrew Stockdale, Chriss Ross y Myles Heskett no se relajen y que tengamos el honor de haber sido testigos del nacimiento de una de las bandas de rock más grandes del futuro.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)

lunes, enero 21, 2008

The exotic guitar sounds of (The Vibrants) 2007

“Casualmente, la sensación de la música surf nos llega de una zona árida del país”, dice el Padre Dick (Montjuich Surfboards). Siempre resulta estimulante anunciar discos de debut como el de los zaragozanos The Vibrants, grupo de secano que entrega quince temas de refrescante ‘revival’. Aposentados en los primeros sesenta y con espíritu litoral, estos cuatro instrumentistas de muchos quilates no sólo controlan la parte surfera, sino que además se salen en la faceta vocal, primando al viejo rock n’ roll de los visos souleros que por linaje racial le corresponden. Ofrecen centelleantes versiones en el repertorio cantado, como el ‘Twomp’ de los Ventures o ‘Pretty girls’ de The Chambers Brothers. Pero composiciones propias como ‘Vibrant’ o ‘Quite a fireball’ –claro homenaje a la banda de Jimmy Gilmer – les ascienden unos cuantos peldaños. Inspiración divina o profundo conocimiento del pasado. Da igual. El exótico sonido de guitarras de los maños está en la cima de la escena mundial del género. Sin parecerse a Los Coronas, aunque compartiendo influencias, lo que tiene más mérito. Claro, que todo esto mudará con discreción frente a la miopía del pensamiento único.

Eduardo Tébar

domingo, enero 13, 2008

Tour 2007 (Héroes del Silencio) 2007

Como era previsible, la gira de regreso de Héroes del Silencio ha dado sus frutos en forma de material audiovisual. Editado de forma simultánea al doble CD musical del mismo título, podría decirse que “Tour 2007” es el resumen de la pasada gira de diez conciertos por América y España de Héroes del Silencio.

Presentado en un bonito “digipack” negro con una llamativa etiqueta naranja, “Tour 2007” está compuesto por dos DVD’s con diferente contenido y grado de interés. Mientras que el primero de ellos contiene una combinación de imágenes de los conciertos celebrados en el Estadio Foro Sol de Ciudad de México los pasados días 4 y 6 de Octubre, el segundo contiene una serie de vídeos y documentos audiovisuales que posiblemente sean lo más interesante de todo el material editado con motivo de la vuelta de Héroes del Silencio a los escenarios.

Comenzando el análisis por el primer DVD, simplemente decir que para mí las imágenes de los conciertos de México prácticamente carecen de interés. Tras haber asistido a los dos conciertos de Zaragoza y al de Valencia, y habiendo conseguido y visualizado los DVD’s con las imágenes de los conciertos de Zaragoza que fueron proyectadas en directo en algunos cines españoles, la verdad es que volver a ver otro concierto de Héroes del Silencio por televisión me ha dado un poco de pereza. Aún así, finalmente lo hice y por diferentes motivos no salí demasiado satisfecho de lo visto.

En primer lugar, y a pesar de que el sonido es espectacular, el hecho de que no todas las imágenes pertenezcan al mismo concierto le hace perder todo el interés que podía tener. En segundo lugar, es un poco decepcionante que la banda más importante de la historia del rock español vuelva a los escenarios once años después de su disolución y que el DVD oficial que nos quedará como recuerdo de la gira de regreso haya sido grabado en México en lugar en España. En tercer lugar, se echan de menos temas que durante la gira tuvieron puestas en escena espectaculares como “Malas intenciones” y “Tumbas de sal”, además de que todas las canciones que fueron variando entre un concierto y otro como “Agosto”, “Fuente esperanza”, “Flor venenosa”, “Bendecida” y “Despertar” directamente ni aparecen. Por último, y quizás lo peor de todo, es que el montaje en sí es un auténtico despropósito y una verdadera aberración de la realización audiovisual. Las diferencias de contraste y definición de las diferentes tomas, la mareante velocidad en los cambios de plano, y los constantes temblores y desenfoques de los cámaras, sumado a que en ocasiones el movimiento de los músicos no coincide con el sonido que se escucha, son algunos de los imperdonables fallos de esta grabación.

Por lo que respecta al segundo DVD, éste mejora bastante al primero en cuanto a grado de interés. El principal atractivo se encuentra en “Vuelo privado”, un documental realizado por el vástago del archiconocido y omnipresente Phil Manzanera: Charlie Manzanera. “Vuelo privado” es el típico documental sobre la vida de unas estrellas de rock fuera del escenario durante una gira de conciertos, pero en castellano y con acento aragonés. En él se pueden ver los preparativos y los momentos de tensión de los músicos en el hotel y en los camerinos durante los instantes previos al comienzo de los shows; el ambiente festivo antes, durante y después de los conciertos fuera de los recintos donde estos se celebran; las conversaciones, bromas, abrazos y achuchones eufóricos entre los músicos una vez finalizadas las actuaciones; los viajes en avión de un país a otro; las visitas turísticas en las diferentes ciudades por las que pasa la gira; y en definitiva todo tipo de anécdotas que hacen convencernos a todos de que los artistas son seres humanos normales que cagan y mean como todos los demás. Por cierto, que también hay imágenes de Gonzalo Valdivia entrando al lavabo a mear...

Durante el documental se percibe una actitud amistosa, cómplice, cordial y humorística entre todos los componentes del grupo, y en todo momento se les ve ilusionados por vivir lo que están viviendo. Ignoro si se trata de una pose ante las cámaras o si realmente es sincero y han limado todas las asperezas que les mantuvieron separados más de una década. Lo que sí es cierto es que visualizando “Vuelo privado” es inevitable tener una sonrisa en los labios porque la sensación general que transmite el documental es de buen rollo.

Además, el segundo DVD también incluye una especie de videoclip para cada una de las canciones que han sido omitidas en el primer DVD, grabadas en los diferentes lugares por los que pasó la gira. En ellos se mezclan fragmentos de los conciertos a los que pertenecen los temas con algunas vistas de las ciudades donde fueron grabados.

Resumiendo, “Tour 2007” es un buen recuerdo de la gira de regreso de Héroes del Silencio aunque por supuesto es muy mejorable. Es lo que tenemos los fans de Héroes del Silencio, que somos muy difíciles de satisfacer al 100%.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)

jueves, enero 10, 2008

Verano fatal (Nacho Vegas y Christina Rosenvinge) 2007

Se tenían ganas desde hace años. El cantautor-rock soberano y la diva cosmopolita de porcelana sentían mutua admiración; sus últimos trabajos se parecían cada vez más entre sí, pero no encontraban el momento de grabar juntos. Hasta que un día, en Granada, germinó el proyecto de este ‘Verano fatal’, que pasaron en Gijón y que no debió ser tan sufrido como dice el título. Él, que abandonó el rol de mártir existencial en el disco con Bunbury, consagra al personaje de ‘bon vivant’ sarcástico. Ella, por su parte, complementa al asturiano con su frágil presencia de fotograma neorrealista. Da la impresión de que Vegas pone el oficio para vertebrar música y textos, mientras que Rosenvinge recubre el cancionero con un lienzo afectivo. Él es el riff de guitarra. Ella, las teclas negras del piano. La fusión de ambos acaba resultando extraordinariamente arrebatadora. A diferencia de ‘El tiempo de las cerezas’, en este mini álbum no sobra material y hay más de los dos artistas en cada tema. Se agradece que la gaseosa no cause estragos en este experimento. Siete composiciones magníficas con guiños que arrancarán la sonrisa de los oyentes avispados.

Eduardo Tébar

domingo, enero 06, 2008

Still giving (The Smokers) 2007

Cualquiera que escuche este disco sin conocer a sus autores podrá pensar que se trata del nuevo álbum de una banda de hard rock surgida en los garajes de algún barrio de Los Ángeles (California) durante la segunda mitad de la década de los 80. La sorpresa viene al descubrir que The Smokers ni son de Los Ángeles, ni de California, ni de los Estados Unidos; The Smokers son españoles, andaluces para más señas, concretamente de la localidad malagueña de Estepona para ser exactos. Parece mentira que de la tierra del flamenquito y de Julián Muñoz pueda salir un sonido como el de este segundo disco de The Smokers, pero así es. Con “Still giving” queda totalmente demostrado que, aunque no salgan por televisión, en este país también se sabe hacer buen rock & roll.

Con un redoble de batería al más puro estilo “You could be mine” y un efecto “talk-box” de guitarra eléctrica con sabor a “Anything goes”, ambas de Guns N’ Roses, “Still giving” arranca con “This is rock & roll”, un tema que cumple a la perfección con todos los patrones estilísticos del hard rock angelino de mediados de los 80. A éste le siguen una colección de buenas canciones presididas todas ellas por un estremecedor sonido de Gibson Les Paul que pone los pelos de punta. A pesar de que la gran mayoría son excepcionales, de entre todas las canciones del disco yo destacaría “Rock star”, un tema muy en la línea de The Black Crowes con sonido de piano y voces femeninas en los coros, no por ser la mejor sino por ser la más diferente a las demás.

La principal influencia musical de The Smokers ya quedó clara en “Giving up”, su primer disco, y en “Still giving” no hace más que confirmarse: Guns N’ Roses. El guitarrista Javier “Lobo” Molina parece que sea el sobrino de Slash porque emula con total perfección el sonido, la garra y el espíritu de éste durante la época de “Appetite for destruction”. Por lo que respecta al vocalista Gaspar “Gunsmoker” Gil, no diré que canta como Axl Rose porque eso es imposible, pero sí que recuerda y mucho al Axl de voz más grave de “Mr. Brownstone”, “It’s so easy” o “Bad obsession”.

Absolutamente todo el disco en sí es una reivindicación de que en España también se puede hacer hard rock de calidad. Además de las letras y los títulos de canciones como “This is rock & roll” o “Rock star”, en el mismo digipack (de estética muy americana simulando una cajetilla de papel de fumar) pueden leerse frases como “Amazing Rock N’ Roll from the South of Spain”, “Pure R’N’R” o “Fans of Rock & Roll, Hard Rock and Sleazy”.

El único pero que se le puede poner a este disco y a The Smokers en general es lo excesivamente parecidos que resultan a otras bandas que hemos escuchado con anterioridad y la pésima pronunciación de la lengua inglesa de su vocalista. Por lo demás, tanto el sonido como la ejecución del grupo rozan la perfección. De todas formas, ¿desde cuando la falta de acento o la mala pronunciación es un problema en el país donde triunfan Eros Ramazzotti, Nek o Laura Pausini? Yo personalmente prefiero que canten en inglés antes que en castellano porque el hard rock si no es en inglés no parece hard rock.

Acabaré diciendo que considero a The Smokers un grupo muy a tener en cuenta para todos aquellos amantes de la buena música por mucho que sean de Estepona. ¿O es que sólo van a poder hacer rock los americanos y los escandinavos?.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)

sábado, enero 05, 2008

Sur nos forces motrices’ (Dominique A) 2007

El pelón de Nantes presenta un recopilatorio en forma de directo. La novedad, en este caso, se encuentra en el cuarteto que le acompaña. Una banda versátil que aporta plasticidad a los conciertos de Dominique A, antes tan resignado al ‘juanpalomismo’ y ahora ambulante entre el rock crudo, el post-punk con matices y las intervenciones angulosas de teclados y metales. Se nota que se encuentra en su mejor momento y que en Francia existe un sonido común que acoge con autocomplacencia la sofisticación. Electricidad modulada en un concepto de ‘nueva chanson’ que este cantautor abandera y honra en Europa por los mismos derroteros en los que Jacques Brel arrastró su fatalismo romántico. Su voz, de terciopelo conmovedor, no hace más que sublimar la grandeza de sus textos y la fuerza melódica de sus composiciones. Aquí repasa su discografía sin obviar nada y regala dos temas inéditos (‘Marina Tsvètaeva’ y ‘Revoir les choses’). Emoción motriz, lo llaman.

Eduardo Tébar