sábado, abril 30, 2005

Dead letters (The Rasmus) 2003

Típico disco que cuando sale anunciado en televisión y ves a los pollos que lo han hecho (en este caso nunca mejor dicho) y las pintas que llevan, lo primero que dices es : “Hala, otro grupito de macarras destinado a niñas quinceañeras que les mola más la caña guitarrera que las baladitas lloronas y la sabrosura latina”. Pero cuando definitivamente te rindes a la curiosidad y lo escuchas dices: “Coño, pues tampoco está tan mal”, sin que por ello dejen de ser un grupo para niñas.

Sin ser una obra maestra que haya de cambiar el destino del mundo del rock, “Dead letters” es un disco entretenido, con temas muy pegadizos sin rozar la comercialidad (entendiendo por comercialidad lo que se entiende por comercialidad... ya me entendéis...), en el que se mezclan las guitarras propias del heavy metal con ritmos pop-rock, con un aire entre gótico y siniestro pero con un buen vocalista, cosa rara ya que la mayoría de los grupos de pop-rock-gótico suelen tener un vocalista que se limita a berrear y a maquillarse...

Destacan temas como “In the shadows”, “Gilty” o “First day of my live” que poca gente no reconocerá después de haberlos escuchado un par de veces. Éste es uno de esos discos en los que cualquiera de sus temas son susceptibles de convertirse en singles, con unos estribillos de esos que todo aquel músico que quiera salir en las listas de ventas debería de saber hacer.

En cuanto a la estética del grupo, decir que han logrado algo que es muy importante en un grupo de rock que quiera tener éxito, que es tener una imagen propia, característica y atractiva. Es este caso han optado por la ropa negra, la sombra de ojos Margareth Astor, sin olvidar a su gordito cantante que se pone las plumas de vete tú a saber que ave carroñera.

No están mal para un buen rato escuchando música.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)