viernes, mayo 06, 2005

El Cantante (Andrés Calamaro) -2004-

Primer disco de la nueva etapa de Andrés Calamaro. Después de haberse quedado a gusto soltando lastre y quitándose de encima 106 canciones de un tirón con su anterior trabajo “El Salmón”, Calamaro se mete en un estudio con el guitarrista Niño Josele y publica cinco años después “El Cantante”. "El Cantante" es un disco de únicamente doce temas (lo normal en cualquier artista que no se llame Andrés Calamaro) entre los cuales sólo aparecen dos temas propios, siendo el resto versiones de temas clásicos de la música latinoamericana.

Siempre he sido de la opinión que todos los artistas deberían de hacer en algún momento de su carrera discográfica un disco homenaje a las bandas que los han influido musicalmente, como en su día lo hicieran Guns N’ Roses con su “The Spaghtti Incident?” o Metallica con uno de los discos de su “Garage Inc.” por nombrar a dos de los grandes. La carrera musical de Andrés Calamaro es tan extensa y los palos que ha tocado son tantos y tan variados, que posiblemente necesitaría otro quíntuple LP para hacer un disco de versiones de sus máximas influencias. Con este disco Andrés ha querido homenajear sólo una pequeña parte de sus raíces musicales: la música de Latinoamérica. Como en todos los discos de versiones, unos temas han sido mejorados dándoles su tan característico toque personal y otros no, pero en el cómputo global, “El Cantante” es un auténtico disco homenaje del cual todos los autores originales pueden estar orgullosos, no como otros homenajes que circulan por ahí...

Que nadie espere versiones rockeras, versiones tecnológicas como la que en su día hiciera del tema de Bob Marley “No woman no cry” ni nada por el estilo. Por lo general ha sido bastante fiel a la estructura original de las canciones limitándose a cantar con su propia voz, lo cual es más que suficiente para hacer propias todas las canciones del disco. En “El Cantante”, además de las virtudes como vocalista de Andrés Calamaro (que no las voy a descubrir yo aquí ahora), cabe destacar a ese diamante en bruto que le acompaña a la guitarra española: El Niño Josele. Que nadie lo pierda de vista de aquí en adelante.

Puede que “El Cantante” no sea el mejor disco de Calamaro. Puede que Calamaro no sea el mismo desde que vive con su amada Mónica en una granja de Toledo cuidando su huerto y a su burro Romero. Puede que Calamaro ya no haga ninguna gira más y que se limite a publicar un disco cada cinco años. Puede que Calamaro ya jamás vuelva a hacer rock and roll ni a ser el canalla que en tiempos fue. Lo que está claro es que siempre es un placer escuchar cantar a Calamaro, ya sea en disco propio o haciendo versiones, porque haga lo que haga el resultado final va a ser siempre de una altísima calidad. Por mucho que su personalidad cambie con los años, su voz siempre será una de las mejores voces del panorama musical hispano. Es una suerte tenerlo ahí aunque sea con cuentagotas.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)