sábado, julio 07, 2007

Still the same... Great rock classics of our time (Rod Stewart) 2006

Posiblemente este sea uno de los discos más patilleros que haya escuchado jamás en la vida. Me pongo en el lugar de Rod Stewart y me lo imagino un buen día mirando el calendario tras levantarse de la cama y pensando: “¡Coño, si estamos en Octubre, faltan dos meses para Navidad! Vamos a ver. Si en el 2001 publiqué un recopilatorio de toda mi carrera y desde el 2002 hasta el 2005 me he pegado recopilando los clásicos de la música americana en cuatro volúmenes... ¿Qué puedo hacer ahora?... Bah, voy a grabar un disco de versiones de clásicos del rock”. Unas cuantas llamadas de teléfono, unos cuantos pagos de derechos de autor, unas semanitas de grabación y, hala, ya tenemos disco para estas Navidades: “Still the same... Great rock classics of our time”. ¿Quién necesita encerrarse en un estudio para componer canciones pudiendo vivir durante seis años editando recopilatorios y grabando discos de versiones?

Tras ver el título del disco, “Still the Same... Great rock classics of our time”, uno puede pensar que dentro se va a encontrar “I can’t get no (Satisfaction)” de los Rolling Stones, “Smoke on the water” de Deep Purple, “Jailhouse rock” de Elvis Presley, “Johnny B. Good” de Chuck Berry y, en definitiva, todos los grandes clásicos del rock de todos los tiempos cantados con la voz de Rod Stewart. ¿Qué cojones? Los supuestos grandes clásicos del rock de nuestro tiempo son algunos de los temas más facilones de la historia del pop-rock: "Have you ever seen the rain" de la Creedence Clearwater Revival, "Still the same" de Bob Seger, "It’s a heardache" de Bonny Tyler, "Crazy love" de Van Morrison y bueno, un largo etcétera de canciones que son de todo menos los temas más clásicos de la historia del rock. Son buenos temas, nadie dice que no, pero que te los vendan de esta forma suena un poco a chufla.

Dejando al margen el debate sobre si son o no son los mejores clásicos del rock del mundo mundial, que seguro que alguien podría discutírmelo, lo más gordo de todo es que las versiones registradas en el disco han sido desrockerizadas a más no poder. Los temas más "duros" se han suavizado al máximo, las guitarras eléctricas en muchos casos han sido reemplazadas por guitarras acústicas y, sin ser un gran entendido en la materia, yo diría que incluso la batería la tocan con escobilla para no hacer mucho ruido. Claro, hay que entender que los fans de Rod Stewart que se compraran este disco para Navidad deben rondar los 55 o 60 años y, con esas edades, tampoco tiene uno el cuerpo para muchos sobresaltos... Vocalmente sólo puedo decir que el pobre Rod Stewart está bastante hecho caldo y que nada tiene que ver su voz actual con la que tenía en los 70’s. Pero bueno, la verdad es que poco hay que objetar sobre este tema puesto que los años y un cáncer de garganta a cualquiera le pasan factura.

Por último sólo me queda analizar la portada del disco. En ella se nos presenta a un Rod Stewart repantigado en un sofá en posición “tómalo, tuyo es, mío no”, con pantalones vaqueros rotos y americana brillante al más puro estilo Faemino y Cansado. Vamos, todo un derroche de actitud rockera.

Total, una tomadura de pelo de disco que no merece que siga perdiendo más el tiempo escribiendo sobre él.

Rubén (El Artista Multimedia del Bajo Aragón)